jueves, 17 de octubre de 2013

Tectónica: una aproximación.

Cuando leas mis versos no los verás como yo.
Se encuentran fundidos entre la lava
de los volcanes de Mercurio
brillantes como gemas antes de nacer
inútiles como gemas en cualquier momento.
Son mis versos las chispas del disco cortando metal
buscando ojos donde alojarse
luciérnagas incandescentes volando como los últimos Jinetes
del Apocalipsis, desbocados, galopando, sin rumbo.
Me quemo en mis versos por no sostenerlos
siquiera entender su mecánica
su deformación como Saint-Venant iluminado
pero no hay planicie dentro de lo inmaterial.
Mis versos no lucen
no están entre el Bang y el ya
son un muchacho muerto
no, muerto no, mucho peor
son un muchacho herido de muerte antes de la pubertad
que casi conoce su final y sigue un instinto absurdo
su pubis, jadeante construcción de adobe.
Cuando leas mis versos te sentirás violada
estarán la punzada y el fuego y el flash
pero no habrá versos aguijoneando tus entrañas
porque el poema del condenado es estéril
la tristeza de una erección de niño
es la culpa en los ojos del lector.
Son las lunas de Júpiter buscando soles en el éter
igual que insectos zumbando en el vacío
un houngan en un cementerio desmantelado.
Titilan las alas de cristal
y chisporrotean las patas redobladas sobre las ascuas
y mil antenas tiemblan en busca de algo
que no son mis versos
ni las pieles de los muchachos que saben que mueren
buscan sangre negra en las órbitas del continuo
el álgebra de Hilbert que empieza después del ocaso
cuando la realidad de mis versos se esfuma
transformada en rocas derritiéndose bajo el mar
en las dorsales del mundo
en la columna de hueso ardiente de un dinosaurio
deshaciéndose en una masa enorme
que ruge desde fosas ancestrales.




En el tocadiscos:
Haruka Nakamura & Nujabes  -  Lamp

4 comentarios :

  1. Intento quedarme con un único verso, pero es imposible.

    Si algún día fuera capaz de escribir algo así no tendría ninguna duda en dejarlo todo para consagrar el resto de mi vida a la literatura.

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    Respuestas
    1. Cuida tus palabras, porque diría yo que has escrito cosas así si no mejores. ¡Igual tienes nueva profesión!
      ¿Consagrar una vida a la literatura implica vivir de ella?

      Por cierto, muchas gracias por leer y por halagar...

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    2. Juraría que nunca he escrito algo ni remotamente tan bueno, así que aún estoy a salvo.

      Consagrar una vida a la literatura implica malvivir de ella. En cualquier caso, María y tú deberíais dedicaros única y exclusivamente a escribir. Todo lo demás es desaprovechar vuestro talento. ;)

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    3. Te señalaré algunos, descuida.

      Ay ¡que me está creciendo el ego! Cuando vaya por las editoriales con un paquete de poemas malos me llevaré tus comentarios a modo de carta de recomendación.

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